Descripción: Anuro de piel verde brillante y lisa, de patas largas y dedos con «ventosas». Sus ojos prominentes y dorados poseen un pupila elíptica horizontal. Similar a la de San Antonio, se diferencia de ésta por las franjas oscuras laterales, que nacen en la narina pero no se prolongan a los costados del cuerpo.
La larva de Ranita meridional se diferencia de la de San Antonio porque posé tres franjas en la cola, en lugar de una franja media.
* Individuo recien metamorfoseado:
Costumbres y hábitat: Es trepadora, por lo que prefiere zonas con vegetación arbustiva, juncales o árboles. Canta al atardecer y por la noche en grandes coros, en las inmediaciones de charcas. Ponen sus huevos entre la vegetación acuática de charcas o zonas inundadas, los cuales eclosionan a los dos o tres días.
Es activa por la noche y por la mañana, escondíendose el resto del día.
Generalidades:
Cuando los machos están en celo no formas callosidades nupciales como otras ranas. Como defensa, confían en el camuflaje y la huida a salto y emiten un canto de alarma al ser capturados.
¿Qué podemos hacer para ayudarlos?
Es abundante en Extremadura, y no sufre grandes problemas de conservación. Sin embargo, el número aumentaría si no se fragmentase su hábitat o no se deteriorase la vegetación de ribera, tan adecuada para su reproducción. Por tanto, en zonas con escasa presencia, se facilitaría su colonización mediante la restauración de charcas o abrevadero y sus orillas, para el establecimiento de vegetación; y como no, también mediante la creación de pasos de anfibios.
Seila Lopez Quintales