Identificación
Es un eslizón grande pudiendo superar los 40 cm de longitud, siendo la hembra algo mayor que el macho. De cuerpo cilíndrico y alargado, hocico redondeado y extremidades muy poco desarrolladas, con tan sólo tres dedos en casa una. El cuerpo está recubierto de escamas pequeñas y lisas, con una coloración variable pardo-grisácea y entre 9 y 13 líneas longitudinales oscuras.
El pequeño tamaño de sus extremidades se debe a la adaptación que ha experimentado para poder moverse con éxito en un medio tan intrincado como es la densa vegetación o el laberinto que forman las raíces de los árboles y arbustos por donde habita, lugares en los que las patas pueden convertirse en un verdadero estorbo
Biología
Especie diurna, aunque en los días más calurosos del verano sólo se mantiene activo en las primeras y últimas horas del día. Esta especie hiberna durante los meses de invierno en huras de animales o bajo enormes piedras. Lleva una vida muy sigilosa, por lo que pasa desapercibido a los ojos humanos. Si se le molesta desaparece con extraordinaria rapidez, con movimientos serpenteantes pegando las patas al cuerpo. Es tan sumamente ágil que se ha comprobado que es capaz de cazar insectos al vuelo. Si se le agarra puede llegar a morder con una mordedura que no es dolorosa ni causa herida y que por supuesto no es venenosa. En la época de celo los machos se vuelven muy agresivos peleándose entre ellos por las hembras.
Dieta basada principalmente en grillos, escarabajos, hormigas, moscas,… Es una presa habitual en la dieta de la culebra bastarda, lagarto ocelado, víbora hocicuda,…
Distribución
Ocupa la casi totalidad de la península ibérica y el sur de Francia. El hábitat ideal del eslizón tridáctilo ibérico podríamos definirlo como prado herbáceo espeso del pie de monte, fresco y húmedo durante la mayor parte del año, con orientación a solana, alguna roca de mediano tamaño y algún arroyo atravesándolo. De un espacio vital de aproximadamente 15 m2 con desplazamientos diarios de entre 1 y 10 m.
Conservación
Es una especie catalogada en España como “Preocupación menor” aunque se han observado una regresión en las poblaciones ya que es muy sensible a la pérdida de sus hábitats, afectándole también en gran medida la quema de rastrojos y los atropellos en las carreteras.
CÉSAR MUÑOZ COSTA.