Es frecuente encontrar animales atropellados en nuestras carreteras. A pesar de las cifras (en un estudio de la sociedad para la conservación de los vertebrados, se localizaron 43505 vertebrados atropellados de 301 especies, considerándose que la mayoría de nuestras especies de vertebrados terrestres son susceptibles de morir atropelladas), es otra consecuencia más de la acción humana ampliamente asumida en la sociedad.
Durante el proyecto de inventariado de anfibios y reptiles en Campo Arañuelo, la asociación Arborea ha contabilizado por cientos los individuos de anfibios y reptiles atropellados. Además, de manera más llamativa exponemos los casos de dos mustélidos atropellados.
Garduña, carretera Talayuela-Jarandilla (Cáceres) el 08-11-2011:
Nutria, municipio de Majadas del Tietar (Cáceres) el 02-11-2011:
Lejos de desaparecer o minimizar estas pérdidas, la realidad es que no se hace prácticamente nada para evitar esta mortalidad. La construcción de los pasos para fauna es un tema que apenas preocupa a los responsables, ya sea administración, constructoras e ingenieros que diseñan las carreteras. No pierden tiempo en esos detalles.
La Sociedad para la Conservación de los Vertebrados acaba de publicar un estudio de mortalidad de fauna en carreteras. Si quieres puedes aportar tus experiencias, las informaciones que facilites contribuirán a elaborar un informe que la Asociación Fotografía y Biodiversidad usará para denunciar y localizar puntos negros de atropello de Fauna silvestre en toda España (pincha en la imagen):
Alberto Muñoz Costa
+ Información:
Además, los efectos de las carreteras, suponen un impacto negativo más profundo que las dramáticas pérdidas por atropellos.
Fragmentación del hábitat. Se ha encontrado que en algunas localidades sólo un 3% de los individuos de dos poblaciones de pequeños mamíferos cruzan vías con un ancho de 30 m o mayores (Arroyare et al. 2006). El efecto barrera tiende a crear metapoblaciones, definidas como la población o grupo de poblaciones que resulta de la división de una población grande y continua en subpoblaciones pequeñas y parcialmente aisladas. Estas subpoblaciones fluctúan más ampliamente en el tiempo y tienen una mayor probabilidad de extinción que las poblaciones grandes (Primack, 1998). Algunas de ellas tienen un tamaño tan pequeño que no alcanzan a ser viables, ya que no se dan los procesos reproductivos, lo que puede llevar a posibles extinciones locales. Adicionalmente, el proceso de recolonización se disminuye por las barreras impuestas por la vía; es posible que se afecten muchas especies cerca de la red de carreteras disminuyendo aun más la variabilidad genética entre las poblaciones (Forman y Alexander, 1998).
Cambios en los patrones reproductivos. Forman y Alexander (1998) aseguran que los efectos causados por el ruido, la contaminación ambiental y visual producidos por el tráfico vehicular generan pérdidas más representativas para la fauna que el atropellamiento mismo en las vías. Se han llevado a cabo estudios que intentan probar si el volumen de tráfico de una carretera puede afectar las densidades y la actividad reproductiva de la fauna. El ruido generado por el tránsito vehicular es uno de los factores que mayores impactos ecológicos, ya que produce varios efectos como el desplazamiento, reducción de áreas de actividad y un bajo éxito reproductivo, lo que está asociado a pérdida del oído, aumento de las hormonas del estrés, comportamientos alterados e interferencias en la comunicación durante la época reproductiva, entre otros (Forman y Alexander, 1998).
Fuentes:
Arroyare, M.P. et al. 2006. Impactos de las carreteras sobre la fauna silvestre y sus principales medidas de manejo. Revista EIA, ISSN 1794-1237 Número 5 p. 45-57
Forman, R. T. and Alexander. L. E.. 1998. roads and their major ecological effects. En: Annual Review ofEcology and Systematics 29: 207-231.
Jackson, D. 1986. Nobody counts squashed skunks. Audubon (March):78-81.
Primack, R. 1998. Essentials of conservation biology. 2ed. Sinaeur. 659p.
Sleeman, D., 1988. Irish stoat road casualities. lrish Naturalists’ Journal22:527-529.