Identificación:
Inconfundible, debido a la espuela o espolón que poseen los adultos en las patas traseras y que utilizan para cavar las galerías donde se refugia, el sapo de espuelas es una especie que viven zonas de mediana altura, con suelos arenosos o blandos donde poder cavar.
Es un sapo grande (10 cm) y robusto, con ojos saltones de pupilas verticales. Los colores son variables: amarillos, pardos, grisáceos…y la piel es fina y muy lisa. La larva también es muy característica ya que es el renacuajo más grande de todos los anuros ibéricos, destacando una enorme barriga. Cuando ya está avanzado su crecimiento se pueden observar las espuelas en las patas que les servirán en adelante para enterrarse bajo la superficie en periodos adversos:
Biología:
Ocupa casi toda la península ibérica, salvo zonas del Norte y partes del sureste.
Ver un sapo de espuelas adulto no es fácil: permanecen casi toda su vida escondidos bajo tierra. Sin embargo, a veces se les puede ver las noches de primavera en caminos, cuando llueve, o en carreteras, sobre todo los juveniles en dispersión. Los adultos se reproducen en cualquier charca ganadera (a partir de Febrero) remansos, incluso construcciones tradicionales como pilones o fuentes. La puesta tiene forma de cordón conteniendo cerca de 4.000 huevos.
Los juveniles, como curiosidad, suelen emitir un chillido caracterísitico cuando son atrapados, y tienen un olor característico a pescado.
Situación
Al ser una especie de difícil visualización en el medio natural, no es muy conocido su estado ni su problemática, aunque suele ser localmente abundante. Es sensible a los atropellos, tanto los adultos cuando van a reproducirse, como los juveniles en dispersión.
Nosotros hemos encontrado larvas prácticamente en todos los hábitats. Sin embargo es difícil encontrar adultos en abundancia (al contrario que el sapo corredor, por ejemplo).
Juan D. Guerrero Blanco, 2011
